jueves, diciembre 06, 2012

Cierre patronal de la I+D+I en Canarias

Decía hace años un investigador catalán que investigar en España es llorar. Para los que investigamos en Canarias y  resistimos como la vieja sabina de El Hierro, es mucho peor que eso. Hace una semana el Archivo histórico provincial de Las Palmas anunciaba a quienes acuden a diario a sus instalaciones, que debía cerrar la sala de investigación por falta de personal para atenderles, debido a los recortes en el presupuesto. Unos días más tarde, la Agencia Canaria de Investigación y Sociedad de la Información (ACIISI), creada por el Gobierno para gestionar las inversiones de I+D+I en la región anunciaba que, entre las medidas de ajuste presupuestario del año próximo, se incluía la cancelación de todas las becas de investigación concedidas en su día. Dicho en otras palabras, los mejores expedientes de nuestras universidades, que después de someterse a un proceso de evaluación extremadamente competitivo, accedieron a una beca de investigación para hacer sus Tesis Doctorales, ven cómo el Gobierno corta de un plumazo su recién iniciada carrera investigadora y los envía, directamente, a la calle. Pero no solo los becarios son los grandes perjudicados de esta drástica decisión, sino también las universidades canarias, que dejarán de recibir los fondos que, hace unos años,  les permitieron crear unas estructuras para la captación y gestión de los recursos externos para sus grupos de investigación, cuyos técnicos también deberán ser despedidos. Tanto la Universidad de La Laguna como la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria han manifestado su oposición a esta medida y están presionando para que se reconduzca la situación. Los jóvenes investigadores de Canarias también se están movilizando para frenar este disparate. Esperemos que sirva de algo.
Lo que Juan Ruiz Alzola, director de la ACIISI, pretende hacer es, simple y llanamente, un cierre patronal de la I+D+I en Canarias. Y, sobre todo, laminar el protagonismo de las universidades canarias en el sistema de investigación de la región. No es algo que haya empezado a hacer ahora. Lleva mucho tiempo haciéndolo. Primero fue a través de la financiación encubierta del tejido empresarial canario más afín, a través de los llamados bonos tecnológicos; después fue la supresión de los programas de becas postdoctorales y las estancias del PDI en otras universidades; después vinieron los recortes en las convocatorias competitivas de proyectos de investigación (la última fue en 2010, después de varios años sin convocarse y, desde hace dos años, seguimos sin financiación autonómica para investigar)... Estas actuaciones han venido acompañadas de numerosas críticas por parte de los actores implicados, pero a la luz de las últimas actuaciones de la ACIISI está claro que han sido de tan baja intensidad que ahora se atreve, simple y llanamente, al desmantelamiento de lo poco que quedaba en pie.
Mientras tanto los canarios seguimos asisitiendo al derroche de dinero público en capítulos que todos conocemos (un simple vistazo al proyecto de Ley de presupuestos 2013 permite comprobarlo) y, en materia de I+D+I,  a la bochornosa financiación pública de la Plataforma Oceánica de Canarias (PLOCAN). Para quienes no conozcan de qué se trata, les diré que es una megalomaníaca superestructura a través de cuya financiación se están tirando al mar, literalmente, decenas de millones de euros. Hace ya tiempo el tristemente fallecido Guillermo García-Blairsy denunció este disparate allí donde le dejaban oir su voz, pero sobre todo a través de su blog personal Bioironía, que muchos leíamos y que ahora, tristemente, está silenciado. ¿Qué nos falta por ver a los/as profesores/as e investigadores de Canarias para movilizarnos? ¿Qué más le queda por hacer a Juan Ruiz Alzola, bajos las órdenes directas de Paulino Rivero, para acabar con la investigación en las universidades públicas canarias? Quousque tandem abutere, Catilina, patientia nostra?

martes, octubre 23, 2012

XX Coloquio de Historia Canario Americana

El pasado viernes concluía el XX Coloquio de Historia Canario Americana, fiel a su cita bianual, desde hace varias décadas. No se trataba de una edición más, sino de la primera que se realizaba después del fallecimiento de Francisco Morales Padrón quien, hace ahora 36 años, ponía en marcha el  congreso más importante de la historiografía canaria y americanista. El éxito de esta nueva edición del Coloquio, que ha contado con más de un centenar de especialistas procedentes de numerosos países y una conferencia inaugural de John Elliot, que visitó de nuevo esta isla para asistir al Coloquio, confirma el buen hacer del equipo profesional de la Casa de Colón, que dirige Elena Acosta Guerrero, verdadera alma mater de estas reuniones científicas. Como es habitual, la celebración de este nuevo Coloquio coincidió con la publicación de las Actas de la anterior edición, en una obra, editada en formato electrónico, que reúne más de un centenar de trabajos, publicados en más de dos mil páginas repletas de información de indudadble interés para los historiadores interesados en la historia atlántica, con especial referencia a América y Canarias.
Como viene siendo habitual desde hace años, esta edición del Coloquio contaba con un Seminario específico, coordinado por la profesora Enriqueta Vila Vilar (CSIC), los profesores Eduardo Aznar Vallejo (ULL) y Manuel Lobo Cabrera (ULPGC), y la profesora Emelina Martín Acosta (UBurgos), en esta ocasión centrado en el eje Sevilla-Canarias-América, como homenaje a la vasta obra de Morales Padrón, que pivotó en estos tres ámbitos. Además, coincidiendo con la conmemoración del primer centenario de la promulgación de la Ley de Cabildos, se organizó un segundo seminario, coordinado por las profesoras María Luisa Monteiro Quintana (ULPGC) y Teresa Noreña Salto (ULL), que contó con la participación de varios investigadores canarios. Además de estos seminarios monográficos, el XX Coloquio de Historia Canario Americana contó con las habituales secciones de Geografía y organización territorial, coordinada por las profesoras Josefina Domínguez Mujica (ULPGC) y Luz Marina García Herrera (ULL); Historiografía, coordinada por los profesores Manuel Hernández González (ULL) y Vicente Suárez Grimón (ULPGC); Historia Social, coordinada por los profesores Luis Alberto Anaya Hernández (ULPGC), Juan Manuel Santana Pérez (ULPGC) y Miguel Suárez Bosa (ULPGC); Arte, coordinada por el profesor Alberto Darias Príncipe (ULL) y María de los Reyes Hernández Socorro (ULPGC); Mujeres e historia, coordinada por la profesora María Eugenia Monzón Perdomo (ULL); Historia política e institucional, coordinada por las profesoras María Luisa Monteiro Quintana (ULPGC) y Teresa Noreña Salto (ULL);  y Arqueología, coordinada por los profesores Juan francisco Navarro Mederos (ULL) y Jorge Onrubia Pintado (UCLM). A ellas se unió este año la sección Multiculturalismo y religiones en Canarias, coordinada por el profesor Alberto Galván Tudela (ULL).
Unos días antes de que diera comienzo el XX Coloquio de Historia Canario Americana, el diario Canarias 7 publicaba una entrevista a Elena Acosta, directora de la Casa Colón, en la que señalaba que con esta edición de 2012 se cerraba una etapa y que, con la pérdida de Morales Padrón, había llegado el momento de replantear la línea a seguir en las futuras ediciones. Desde hace ya varios años se viene hablando entre los fieles de este Congreso sobre la necesidad de darle una vuelta, adaptándolo a los nuevos tiempos. Muchos opinan, pero pocos aciertan a dar con una receta que ayude a dar un nuevo impulso a esta reunión científica, clave de la historiografía canaria y americanista. Hacerlo ahora, en medio de una crisis económica sin precedentes y en un contexto en el que, cada vez más, los historiadores vamos perdiendo interés por este formato de reunión científica, entraña sus riesgos. Pero sin duda también es una oportunidad magnífica para acometer los cambios que permitan que Gran Canaria siga siendo, cada dos años, la capital de la historiografía canaria y americana.

domingo, septiembre 30, 2012

Ahora el objetivo son los libros

Esta semana he recibido dos correos electrónicos que me han hecho pensar que se está organizando una campaña de acoso (y si nada lo remedia, también de derribo), hacia los estudiantes que fotocopian libros para preparar sus asignaturas, o aquellos que se descargan los libros directamente desde Internet. El primer correo electrónico era una carta remitida desde el Departamento comercial del Grupo Anaya S.A. que me llegó a mi cuenta de correo de profesor, con el título "Bienvenida y copias ilegales". Se trataba de una carta en PDF que venía acompañada de un lacónico texto: "Le ruego lea la carta adjunta y si lo considera oportuno difúndala en su entorno profesional". Como hace tiempo que no me dedico a imprimir correos y repartirlos por las mesas de los colegas, prefiero publicar el contenido de la carta en este blog. La carta, fechada en Madrid el 27 de septiembre de 2012, decía:
"Estimados profesores/as: Sirvan estas líneas para enviarles en primer lugar un cordial saludo de bienvenida al nuevo curso universitario 2012-2013 y desearles lo mejor en su tarea docente.
Desde la Promoción universitaria de Grupo Anaya (Ediciones Pirámide, Editorial Tecnos, Alianza Editorial y Ediciones Cátedra) queremos recordarles, como en años anteriores, que estamos a su disposición para atender cualquier consulta relacionada con los fondos de los sellos editoriales a los que representamos.
Queremos aprovechar este mensaje de bienvenida para hacerles llegar nuestra preocupación ante la proliferación de copias piratas de libros por medio de fotocopias y de descargas ilegales en la Red. Somos conscientes de la difícil situación que atraviesan muchas familias agravada en este curso por la subida de las tasas académicas, pero creemos interpretar correctamente la opinión casi unánime entre todos los estamentos académicos al condenar la reproducción ilícita de contenidos de propiedad intelectual. Sabemos que estas prácticas suponen una seria amenaza para la difusión del saber y la cultura y también para la protección del trabajo y esfuerzo que supone la elaboración de manuales para nuestros autores, con los que tenemos un compromiso adquirido.
No pretendemos con esta carta solicitar ninguna actuación represora hacia los alumnos que porten estas copias ilegales; tan solo su colaboración para hacerlos llegar un mensaje de concienciación y respeto por el trabajo desarrollado para facilitarles el aprendizaje. Lo que está en juego no es tanto la obtención de un precio más barato de reproducción de los libros, sino que, por un lado, hay un enriquecimiento ilícito de los que ofrecen estas copias, y por otro, una desmotivación en la difusión del conocimiento de los que actuamos respetando las leyes, además de los puestos de trabajo que se generan y mantienen gracias a la elaboración y difusión de las publicaciones dedicadas o relacionadas con la enseñanza superior.
Sabemos que son conscientes de esta situación y que no es fácil luchar contra ella, pero por eso es necesaria una estrecha colaboración.
Agradeciéndole su ayuda por anticipado, le saluda muy atentamente.
E. Rodríguez Murillo y S. García Cortés. Promoción Universitaria"
La carta no merece más comentario que el de la perplejidad por recibir este correo.  ¿Qué les ha hecho pensar a los remitentes que mis alumnos fotocopian o descargan libros? ¿Y qué les ha hecho suponer que me voy a dedicar a reprimir estas acciones? Es más, ¿no podría ser yo mismo, profesor univeristario, un voraz fotocopiador de libros y un no menos voraz descargador de PDFs? ¿Esperan que tras leer su correo deje de hacerlo? ¿Esperan incluso que deje de leer? ¿Esperan que lo hagan mis alumnos? ¿Quién está asesorando a las editoriales para que emprendan esta campaña que me recuerda a otras pretéritas de la SGAE?
El mismo día que recibía este correo, un colega de mi Departamento, cuyo nombre omitiré, me reenvío un mensaje remitido por CEDRO, la cariñosamente denominada "SGAE de los libros". Me proponían darme de alta como autor, para así poder cobrar unas liquidaciones anuales en concepto de copias digitales de mis publicaciones. En el mensaje me hacían saber que CEDRO ya representa los intereses de 21.000 autores en España, 4.200 de ellos profesores universitarios (entre ellos mi colega). Leyendo el correo y los documentos que adjuntaba (por ejemplo, el contrato de adhesión), recordaba el post leído en un blog hace unos años, o el más reciente comunicado de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), denunciando el acoso de CEDRO. Resulta paradójico que mientras las universidades públicas españolas son denunciadas por CEDRO, sus profesores vinculados a esta asociación perciben todos los años la liquidación en concepto de reproducciones de su obra.
No deja de ser una mera coincidencia que en esta campaña de acoso que viven las universidades españolas, particularmente las públicas, ahora se pretenda cerrar el cerco sobre quienes fotocopian libros o directamente los leen después de descargarlos en Internet. Desde hace años soy usuario premium de Spotify, y de otros servicios como Flickr. ¿Cuánto tiempo más van a tardar nuestras editoriales en mirar hacia el fututo y ofrecer a los universitarios una alternativa a la fotocopiadora? Mientras sigo esperando un hilo de vida inteligente en el mercado editorial les puedo asegurar que no voy a modificar mi modus docendi. Y dudo mucho que mis estudiantes modifiquen el suyo. Hasta ahí podíamos llegar.

sábado, septiembre 15, 2012

Carta abierta a los estudiantes pre-parados

En estos tiempos de la web social, cuando es dificil distinguir entre la realidad y lo que se quiere hacer pasar por ella, la famosa virtualidad, asistimos a fenómenos sociales que deben estar proporcionando un abundante banco de datos para análisis de sociólogos y antropólogos. Los historiadores, que tenemos una formación (y una cierta deformación), tendemos a ver la realidad y sus manifestaciones, desde otra perspectiva. Y si tenemos cierta experiencia y conocemos bien el objeto de estudio, nuestra opinión puede servirnos para saber no sólo cuales son las causas (y pretextos) que originan algunos fenómenos, sino en qué pueden derivar. Viene todo esto a colación de los sucesos que se produjeron el pasado miércoles 12 de septiembre, en el acto de apertura del curso académico de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.
Después de varios meses de encierro en el edificio de Humanidades de la ULPGC, los estudiantes pre-parados "encerrados" no solo no han visto incrementado su número, sino que han visto mermada su representación y apoyos externos. Somos muchos los docentes, PAS y estudiantes que, desde hace tiempo, venimos hablando con ellos recomendándoles un cambio de estrategia, después de comprobar que están en un callejón de salida, en el que el encierro, un legítimo medio para reivindicar sus ideas, se ha convertido en un fin en sí mismo de su lucha. A falta de una estrategia mejor y, ante la lejanía del objetivo a alcanzar, la estrategia es resistir. ¿Pero resistir para qué?
El pasado miércoles abandonaron su encierro en el edificio de Humanidades y se dirigieron al acto de apertura del curso en el Rectorado. Su objetivo era claro, trasladar su protesta allí donde estaba puesto el foco de atención mediático del día. Querían entrar en el Paraninfo, con sus pancartas, sus megáfonos y sus lemas. Hasta ahí nada que pudiera considerarse imprevisible. La respuesta del Rectorado fue, como era de esperar, igualmente previsible. Durante meses, tanto el Rector como sus Vicerrectores, incluso el Director General de Universidades del Gobierno de Canarias, se han sentado a dialogar con ellos. Les han brindado incluso medios que han hecho su encierro más llevadero, hasta el extremo de que algunos miembros de la comunidad universitaria han mostrado su perplejidad al Rector por este trato a un reducido grupo de estudiantes. Pero para los "encerrados" el 12-S no era un día para el diálogo, sino para conseguir el titular en los periódicos del día sigueinte. Y se encontraron, como era de esperar, con el dispositivo de la seguridad privada de la institución que no les dejó acceder al acto.
En ese instante, alguno de ustedes debería haber mirado atrás para contar cuántos eran. Los estudiantes universitarios no llegaban a quince, aunque es cierto que el grupo era más nutrido, porque se habían unido viejas glorias de Azarug, estudiantes de Bachillerato, simpatizantes, etc. Aún así, eran muy pocos, no solo para demostrar cuál ha sido hasta ahora su capacidad de movilización (más allá de los seguidores en las redes sociales), sino para poder defender su grado de representatividad. Y en vez de quedarse fuera del Rectorado y captar la atención de los medios informativos, decidieron que, a falta de una estrategia mejor, debían boicotear el acto: "Si nosotros no entramos, los demás tampoco". Pero ni siquiera esto consiguieron. Llegaron tan tarde que la mayoría de los que sí asistimos ya estábamaos dentro y ni siquiera les vimos. Y solo quienes llegaron con el tiempo justo para sumarse a la ceremonia de apertura, se encontraron con el número montado en la puerta. Sin duda, podrán contar a sus nietos que Paulino Rivero casi no pudo entrar al acto. Pero poco más.
Los estudiantes pre-parados, hasta entonces llenos de buenos argumentos y justificaciones para movilizarse, se convirtieron en unos fascistas que, parapetados detrás de una pancarta, impidieron que algunos docentes, funcionarios de la propia Universidad e invitados, pudieran entrar en el Paraninfo. Ustedes, que hasta ahora habían mantenido una actitud cívica y absolutamente ejemplarizante, que habían obtenido  el apoyo y  la simpatía de algunos profesores y funcionarios, perdieron en solo unos minutos toda la razón que llevaban. No había justificación para boicotear un acto de apertura de curso que, a diferencia de lo que sucede en otras Comunidades Autónomas, es un acto estrictamente universitario. En nuestra Universidad, al igual que en La Laguna, participan en este acto el Presidente del Gobierno y el Consejero de Educación, pero la única voz que se oye, alto y clara, es la del Rector, la voz de la Universidad. Una voz que podrá o no gustarles a ustedes, pero es una voz que hay que dejar oír. Eso y no otra cosa es lo que siempre hemos hecho los universitarios, incluso en etapas anteriores, que les contaría si tuviera más tiempo.
Una de las jóvenes que estaba en la calle gritaba que "la Universidad es NUESTRA, no de esta gente que está dentro con chaqueta y corbata y sus bolsillos llenos". Paradójicamente quien gritaba estas palabras no es alumna de la ULPGC. En cambio, sí somos universitarios los que estábamos en el acto y que, junto con aquellos que no asistieron, trabajamos cada día para que nuestra Universidad, incluso en períodos de crisis tan graves como el que estamos viviendo, sea cada día más y mejor Universidad. Los estudiantes pre-parados en aquel mismo instante dejaron de ser universitarios. Es más, lo han dejado de ser, incluso, desde el momento en el que el inicio de las clases, el pasado 10 de septiembre, se ha visto alterado por su "encierro" en las tres Facultades que compartimos el edificio de Humanidades. Ustedes, con su "encierro" están provocando que varios cursos no tengan aula. Y están provocando, además, que sus compañeros no puedan recibir las clases que han pagado con esas tasas tan elevadas que ustedes, y nosostros, los docentes, denunciamos.
Compruebo que, después de la intervención de la policía, desalojándoles de la entrada del Rectorado (en lo que ustedes denominan una carga, porque no deben haber visto una de verdad en su vida), la estrategia ha derivado en la victimización. Pero créanme si les digo que poco van a obtener con ello. Solo conseguirán el apoyo y la complicidad de los incondicionales que justifiquen la actitud fascista que demostraron al intentar boicotear el acto academico, que es lo que provocó la intervención de la policía. La inmensa mayoría de sus compañeros, estudiantes de la Universidad, y de sus profesores y personal de administración y servicios, opinamos que ustedes se equivocaron. No conviertan su error en una inmolación en el altar de la libertad de expresión. Eso es mucho más que gritar fascistas y asesinos a los policías. Muchos profesores de la Facultad, que el día que vayan por clase tendrán oportunidad de conocer, sufrieron durante el Franquismo qué era la falta de libertad. Y algunos de ellos lo pagaron caro.
Se avecina un otoño, política y socialmente, caliente. Espero que sean capaces de ver qué importante es que los universitarios sepamos defender la universidad pública, políticamente independiente, y de calidad. Sin duda, estarán orgullos de haber sido portada en el Canarias 7 del pasado jueves, pero sepan que con ello están contribuyendo a la campaña de acoso y desprestigio que estamos sufriendo las universidades públicas. Tienen mucha razón el Rector y el Consejero de Educación, Universidad y Sostenibilidad (también historiador y compañero de nuestra Facultad), cuando el pasado jueves les dijeron que están haciendo mucho daño a la Universidad. En las próximas semanas, coincidiendo con ese otoño caliente, el Ministro Wert sacará a la luz el informe redactado por el comité de sabios creado ad hoc. Es posible que el Partido Popular aproveche la oportunidad para introducir cambios en el modelo de gobernanza de las universidades. Es sabido que la derecha -y cierto nacionalismo de derechas como el catalán- pretende que los cargos directivos de la Universidad (incluido el Rector), sean nombrados a dedo. Algún lector del Canarias 7, cuando oiga nuestras quejas al respecto, se acordará de aquella portada en la que unos estudiantes pretendieron tomar el Rectorado y termine por convencerse de que los universitarios somos un problema y el ministro Wert y su proyecto de Ley son la solución.

martes, julio 03, 2012

Una nueva revista: Vínculos de Historia

El esfuerzo que supone la puesta en marcha de una revista científica en nuestro país es de tal calibre que solo unos pocos se atreven a dar este paso. Hacerlo en unos tiempos como los actuales, de tanta incertidumbre y zozobra, es algo que va más allá de lo heroico. Y si la revista es, además, del ámbito de las llamadas Humanidades, podría calificarse el empeño como una temeridad. Los colegas del Departamento de Historia de la Universidad de Castilla-La Mancha han sido lo suficientemente heroicos y temerarios como para poner en marcha un nuevo proyecto editorial que se une a las decenas de revistas especializadas en las Ciencias Históricas que se publican anualmente en España.  El nombre de la nueva revista es Vínculos de Historia (ISSN 2254-6901), una denominación que, como su director Juan Sisinio Pérez Garzón señala en su presentación, pretende enfatizar la importancia que tiene la interconexión de la Historia con otras ciencias, con el fin de abordar el estudio de los procesos históricos y sociales desde una perspectiva lo más amplia y transversal posible. La propia estructura de la revista, con tres secciones fijas (dossier, artículos y recensiones), apuesta por esa transversalidad, que quedará garantizada por la oportunidad del tema sobre el cual gire, cada año, las contribuciones del dossier monográfico. Precisamente este primer número ha estado dedicado a un asunto de tanta trascedencia histórica en España, y en particular en la región castellano-manchega, como es "El agua en la historia: usos, técnicas y debates". Un rápido vistazo a la nómina de historiadores que, desde sus respectivas especialidades, colaboran con sus artículos en este dossier permiten augurar un prometedor futuro a esta nueva revista. Otro tanto puede decirse de la media docena larga de autores que han colaborado en la sección miscelánea, o en las más de diez reseñas que cierran este primer número.
Hace ahora ocho años publiqué un artículo en la que analizaba el pasado, presente y futuro de Vegueta, el anuario de nuestra Facultad de Geografía e Historia. Propuse entonces la estructura tripartita que posee Vínculos de Historia como una posible solución a los graves problemas que padecía (y sigue padeciendo) nuestra querida "hoja parroquial". Por desgracia, los responsables de la revista ignoraron aquella sugerencia, aunque sí aceptaron otras que, pasados unos años, han permitido que Vegueta esté incluida en algunas bases de datos y directorios de revistas que, merced a la proliferación de las agencias de evaluación y acreditación del profesorado universitario, han ganado mucho peso en los últimos años. El reto que tiene por delante Vínculos de Historia es, precisamente, el de ganar el suficiente peso científico que le permita crecer el proyecto en los próximos años. Cuenta para ello con un Consejo de Redacción y un Consejo Asesor en el que están presentes especialistas de reconocido prestigio nacional e internacional. Y además, se ha apostado, con mucho acierto y una indudadble visión estratégica a largo plazo, por el acceso abierto y por la plataforma Open Journal Access para la publicación de los contenidos. 
Solo cabe esperar que en los próximos números el equipo editorial de la revista corrija algunas pequeñas deficiencias formales que se observan en este primer número, siguiendo las pautas fijadas por la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT) en la guía de buenos usos de edición de revistas científicas realizada por Emilio Delgado López-Cozar, Rafael Ruiz-Pérez y Evaristo Jiménez-Contreras, todos ellos pertenecientes al grupo de investigación EC3, responsable de la puesta en marcha de un varios proyectos relacionados con la evaluación de la calidad de las revistas científicas, incluyendo las españolas de Humanidades. Esperamos que esta nueva publicación tenga una larga vida y que sobrepase con creces el umbral crítico de muchas publicaciones periódicas que, pasado cierto tiempo, inician un gradual proceso de declive que termina por llevar a su desaparición (hecho éste que en los últimos tiempos se ha visto acentuado por la crisis económica, que se ha llevado por delante un buen número de revistas científicas en el ámbito de las Humanidades). El tiempo dirá si el esfuerzo para poner en marcha este nuevo proyecto ha valido la pena.

lunes, junio 11, 2012

No pienses en un rescate

La estrategia de comunicación del Partido Popular en la crisis vivida en los últimos días, que ha conducido al rescate del sistema bancario español por parte de la Unión Europea me ha recordado la lectura de un libro de George Lakoff  titulado No pienses en un elefante: lenguajes y debate político. Aquel libro, publicado en 2004 en Estados Unidos y traducido al español unos años más tarde en una edición de la colección Foro complutense de la UCM, fue un best-seller en el mundo editorial norteamericano, aunque en España su circulación fue más reducida. Logré hacerme en su día con uno de los ejemplares de su primera edición, pero hoy en día cualquier puede leerlo en PDF gracias a esas "almas caritativas" que se dedican a difundir en Internet lo que otros escriben. Releyéndolo estos días he comprobado que la estrategia del equipo de comunicación de La Moncloa consiste en que los españoles no pensemos en la evidencia del rescate, aunque parezca imposible no hacerlo.
Cierto es que para alcanzar esos fines el Gobierno dispone de todo el aparato de propaganda del Estado y, por si fuera poco, también del de determinada prensa, como el diario La Razón, cuyo portada de ayer domingo negaba la evidencia del rescate mediante un simil futbolístico poco afortunado. Pero la realidad del rescate es lo suficientemente grande (más que un elefante, en el sentido político que el término tiene en Estados Unidos), que por mucho que se empeñe el Partido Poipular  y sus voceros mediáticos, el pueblo español no tardará en percibir cuán grave es la situación en que nos encontramos. Además, lo que no está calibrando bien este Gobierno es que la campaña de comunicación interna (la negación del rescate) puede terminar por irritar a las opiniones públicas que sustentan a los Gobiernos de aquellos países que han aceptado financiar la deuda de nuestro Titanic bancario. Algunas evidencias empiezan a manifestarse en la prensa de hoy lunes y, a buen seguro, continuarán en los próximos días.
Pero la pregunta que nos hacemos los españoles, cuando vemos cómo la Unión Europea acude al rescate de nuestro sistema bancario es quién nos salvará a nosotros. ¿Quién acudirá al rescate de nuestro sistema educativo? ¿Quién salvará del colapso a nuestro sistema público de Salud? ¿Quién pondrá toda la carne en el asador por la defensa de los derechos que tanto esfuerzo nos ha costado obtener desde la muerte del dictador Franco? La situación es tan dramática que ni siquiera los éxitos de un Nadal en el Roland Garros o la actuación de la selección española de fútbol en la Eurocopa 2012 nos ayudarán a abstraernos de nuestra depresión. Vivimos tiempos de tanta mediocridad (de la que nuestros políticos de uno u otro partido son la mejor muestra) que no creo que en los manuales de Literatura del futuro se hable de una generación literaria que retrate lo que está sucediendo en nuestro país. Estamos demasiados ocupados en alimentar nuestros perfiles en las redes sociales como para preocuparnos en escribir algo más que 140 caracteres.

domingo, abril 22, 2012

Universidades bajo sospecha

Apenas acaba de sobrepasar Rajoy y su equipo los primeros cien días de gobierno y ya se ha abierto el melón de la reforma universitaria. Después de que la LOU impulsada hace una década por Aznar, a través de su ministra Pilar del Castillo, diera una vuelta del tuerca a la "cuestión universitaria", parece que llega la mayor ocasión que vieran los siglos para, de una vez por todas, desmontar el sistema público universitario en beneficio de las universidades privadas que surgieron precisamente con aquella Ley.  La tan traída y llevada crisis económica es el mejor pretexto para imponer reformas donde nadie antes se había atrevido. Estas acaban de ser presentadas a las Comunidades Autónomas el pasado jueves y este mismo sábado ya han sido publicadas en el Boletín Oficial de Estado. Es evidente que la estrategia obedece a un plan bien urdido por el Partido Popular desde hace meses, haciéndose eco de los informes impulsados por fundaciones privadas financiadas, no por casualidad, por entidadades bancarias y grandes grupos empressariales. El último de estos informes, precisamente, veía la luz unos días antes de que el Ministro Wert presentara las líneas maestras de las primeras medidas de urgencia y solo unos días después de que nombrara una comisión de expertos para la reforma del sistema universitario español
No nos engañemos los universitarios. Dictámenes aparte de comisiones ad hoc, la hoja de ruta ya está definida por el Partido Popular y los acontecimientos que viviremos en los próximos meses nos darán la razón. Después de varios años de sometimiento de las universidades a la política gubernativa (primero fue Bolonia y después los sucesivos recortes presupuestarios que llevaron a imponer la reforma con un coste inferior a cero), ha llegado el momento de empezar con el ajuste grueso: el de la plantilla docente o, incluso, el del número de universidades. Da igual que la verdad acompañe o no las cifras del ministro Wert, que patinó hace unos días comparando la cifra de universidades españolas con las californianas. Y también da igual que el coste real de un curso universitario sean 6.000 euros o cuatro cafés. Lo importante es poner a las universidades bajo sospecha, como ya hiciera el Partido Popular en los no muy lejanos tiempos de José María Aznar. Y las acusaciones ahora son más serias que algunas esgrimidas antaño, como la tan traída y llevada endogamia en el reclutamiento del profesorado. Ahora se trata de bajar cintura a las plantillas docentes, facilitando a los rectores la puesta en marcha del correspondiente ERE; reducir el número de grados y posgrados, mediante la imposición de un número mínimo de alumnos por título; y, ya de paso, ajustar el número de estudiantes que obtengan un título universitario, mediante la disminución de las becas y el aumento del precio de las matrículas. Es de prever que los universitarios se opongan a estas reformas, como hace diez años sucediera con la LOU (ya se han convocado movilizaciones para el próximo 10 de mayo). ¿O quizá ya estamos desmovilizados después de tantas reformas y sospechas lanzadas contra nuestras universidades?. El tiempo lo dirá.

miércoles, febrero 15, 2012

Un acuerdo histórico para las universidades canarias

Hace unos días se firmó el acuerdo entre el Gobierno de Canarias y los representantes sindicales del profesorado, tanto funcionario como laboral, de las dos universidades canarias, en virtud del cual se prorrogan indefinidamente los complementos retributivos que, hasta la fecha, vienen percibiendo los docentes universitarios. El acuerdo fue firmado por el Consejero de  Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, y la representación sindical del Personal Docente e Investigador (PDI) de las Universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria,  en la que están integrados CC.OO, U.G.T., I.C., CSIF y la Asamblea del Profesorado del Universidad. Los representantes sindicales agradecieron a la Consejería "la importante apuesta por la estabilidad llevada a cabo en el día de hoy".

Con este acto, se cierra el ciclo abierto a comienzo del curso 2004-2005, cuando el Gobierno de Canarias puso en marcha el nuevo protolocolo de complementos retributivos, que sustitía el modelo anterior, iniciado a fines de los años noventa. Aquel nuevo protocolo nunca aceptó la posibilidad de que se consolidase la percepción de aquellos complementos que ya se venían pericbiendo y su puesta en marcha originó la mayor huelga docente que han vivido las universidaes canarias en su historia reciente. Fruto de aquellas movilizaciones surgió, precismante, la Asamblea del Profesorado en ambas universidades, que en la actualidad ocupan la presidencia en las Juntas de Personal Docente e Investigador y Comités de Empresa de ambas universidades.

Es de justicia reconocer el trabajo realizado por todos los que, desde 2004, nos hemos empeñado por defender la dignidad del trabajo que desarrollamos los docentes universitarios desde la perspectiva de nuestras retribuciones, sobre todo si las comparamos con las que perciben otros funcionarios de Canarias. No es  casualidad que hayan estado al frente de este acuerdo, por parte del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez como Consejero de Educación y Carlos Guitián, como Director General de Universidades. Sobre todo este último, que formó parte de la cabeza visible del movimiento docente en la ULPGC en aquel convulso inicio de curso de 2004 y que, al igual que otros docentes de la Universidad, sufrió la severa represión de la huelga convocada por parte del equipo rectoral que entonces encabezaba Manuel Lobo. Dedicidamente, la historia coloca a cada uno en su sitio.

Acuerdo histórico en las universidades canarias

Hace unos días se firmó el acuerdo entre el Gobierno de Canarias y los representantes sindicales del profesorado, tanto funcionario como laboral, de las dos universidades canarias, en virtud del cual se prorrogan indefinidamente la percepción de los comblementos retributivos. El acuerdo fue firmado por el Consejero de  Educación, Universidades y Sostenibilidad del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez, y la representación sindical del Personal Docente e Investigador (PDI) de las Universidades de La Laguna y de Las Palmas de Gran Canaria,  en la que están integrados CC.OO, U.G.T., I.C., CSIF y la Asamblea del Profesorado del Universidad. Los representantes sindicales agradecieron a la Consejería "la importante apuesta por la estabilidad llevada a cabo en el día de hoy".

Con este acto, se cierra el ciclo abierto a comienzos del curso 2004-2005, cuando el Gobierno de Canarias puso en marcha el nuevo protolocolo de complementos retributivos, que sustitía el modelo anterior, puesto en marcha a fines de los años noventa. Aquel nuevo protocolo nunca aceptó la posibilidad de que se consolidase la percepción de aquellos complementos que ya se venían pericbiendo y su puesta en marcha originó la mayor huelga docente que han vivido las universidaes canarias en su historia reciente. Fruto de aquellas movilizaciones surgió, precismante, la Asamblea del Profesorado en ambas universidades, que en la actualidad ocupan la presindeica en las Juntas de Personal Docente e Investigador y Comités de Empresa de ambas universidades.

Es de justicia reconocer el trabajo realizado por todos los que, desde 2004, nos hemos empeñado por defender la dignidad del trabajo que desarrollamos los docentes universitarios desde la perspectiva de nuestras retribuciones, sobre todo si las comparamos con las que perciben otros funcionarios de Canarias. No es  casualidad que hayan estado al frente de este acuerdo, por parte del Gobierno de Canarias, José Miguel Pérez como Consejero de Educación y Carlos Guitián, como Director General de Universidades. Sobre todo este último, que formó parte de la cabeza visible del movimiento docente en la ULPGC en aquel convulso inicio de curso de 2004. Y que, al igual que otros docentes de la Universidad, sufrió la severa represión de la huelga convocada por parte del equipo rectoral que entonces encabezaba Manuel Lobo. Dedicidamente, la historia coloca a cada uno en su sitio.