El dibujo que ilustra este post tiene tantos años como yo. Lo dibujó en 1967 Fernando Quesada, que firmaba sus dibujos con un escueto Quesada (para verlo con más detalle clica sobre él). En esta viñeta retrataba con la genialidad que caracterizaban sus dibujos cuál era por aquellos tiempos la situación de las universidades públicas (entonces llamadas "del Estado"), frente a las universidades privadas (por aquellos años exclusivamente de la Iglesia). Han transcurrido más de cuatro décadas y ni la democracia ni el llamdo Estado de las Autonomías han servido para que cambien las tornas. Antes al contrario, las universidades privadas proliferan por todos los rincones de España, mientras que las universidades públicas van languideciendo poco a poco, asfixiadas económicamente, mientras las más antiguas comienzan a asistir a una peligrosa descapitalización de sus recursos humanos, particularmente del personal docente e investigador. En Canarias la situación no es muy diferente respecto a las demás regiones españolas, pero se ve agravada por las pecularidades de nuestro entorno social, económico y político.
Hace unos días acaba de iniciarse la campaña electoral, después de varios años de intensa precampaña que, al igual que la misma campaña, pagamos de nuestro bolsillo los de siempre. Se trata de un proceso electoral atípico, al menos para quien ya ha vidido unos cuantos, porque estamos sumidos en una profunda crisis económica sin perspectivas de salida a corto plazo y el "enemigo" a batir por la mayoría de las formaciones políticas no es otro que el partido que gobierna este país desde 2004. No estaría de más recordar a los universitarios canarios que durante este último gobierno de Coalición Canaria, las universidades canarias han continuado su lento pero inexorable camino de reducción de fondos y de estancamiento en las políticas de contratación de investigadores, docentes y personal de administración y servicios. No lo digo yo, sino los informes de la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE), particularmente el último informe La universidad española en cifras (2010). En efecto, el último informe de la CRUE confirma que las universidades canarias están entre las peor financiadas de todo el país, y además, las plantillas de personal docente e investigador no solo no han crecido, sino que incluso se han visto reducidas (por mor de las jubilaciones y prejubilaciones). Para mayor desgracia, la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información creada por Paulino Rivero en 2007 no solo no ha servido para gestionar mejor los escasos recursos que el Gobierno de Canarias destina a la I+D+I, sino que, además, ha reducido la financiación de proyectos de investigación. Como botón de muestra baste señalar que en el periodo 2007-2011 solo se han hecho dos convocatorias de proyectos de I+D, en 2009 y 2010. Y en la segunda de estas convocatorias los fondos destinados a financiar los proyectos, no solo no aumentaron, sino que se redujeron más de un 75%, pasando de los 4.8 millones de euros a un mísero 1.1 millón.
Mientras tanto, los alcaldes nacionalistas de La Orotava (Tenerife) y Guía (Gran Canaria), han facilitado todos los recursos, incluyendo los públicos, para que se asienten en su territorio las universidades privadas. Resulta paradójico que sean precisamente los nacionalistas de Coalición Canaria quienes estén contribuyendo al debilitamiento del sistema público de enseñanza superior en Canarias, al tiempo que brindan todas las facilidades para que se instalen en los municipios que ellos gobiernan los proyectos empresariales de la Universidad Europea de Madrid y la Universidad Fernando Pessoa. La opinión del Partido Popular que lidera en Canarias José Manuel Soria quedó patente en la primera intervención que éste hizo en el debate de los candidatos a la presidencia del Gobierno que organizó la Cadena SER, cuando dijo que las universidades canarias eran ineficientes a pesar de la financiación pública recibida. Para el, en el dibujo de Quesada simplemente sobraría el dibujo de la izquierda.