El pasado viernes concluía el XX Coloquio de Historia Canario Americana, fiel a su cita bianual, desde hace varias décadas. No se trataba de una edición más, sino de la primera que se realizaba después del fallecimiento de Francisco Morales Padrón quien, hace ahora 36 años, ponía en marcha el congreso más importante de la historiografía canaria y americanista. El éxito de esta nueva edición del Coloquio, que ha contado con más de un centenar de especialistas procedentes de numerosos países y una conferencia inaugural de John Elliot, que visitó de nuevo esta isla para asistir al Coloquio, confirma el buen hacer del equipo profesional de la Casa de Colón, que dirige Elena Acosta Guerrero, verdadera alma mater de estas reuniones científicas. Como es habitual, la celebración de este nuevo Coloquio coincidió con la publicación de las Actas de la anterior edición, en una obra, editada en formato electrónico, que reúne más de un centenar de trabajos, publicados en más de dos mil páginas repletas de información de indudadble interés para los historiadores interesados en la historia atlántica, con especial referencia a América y Canarias.
Como viene siendo habitual desde hace años, esta edición del Coloquio contaba con un Seminario específico, coordinado por la profesora Enriqueta Vila Vilar (CSIC), los profesores Eduardo Aznar Vallejo (ULL) y Manuel Lobo Cabrera (ULPGC), y la profesora Emelina Martín Acosta (UBurgos), en esta ocasión centrado en el eje Sevilla-Canarias-América, como homenaje a la vasta obra de Morales Padrón, que pivotó en estos tres ámbitos. Además, coincidiendo con la conmemoración del primer centenario de la promulgación de la Ley de Cabildos, se organizó un segundo seminario, coordinado por las profesoras María Luisa Monteiro Quintana (ULPGC) y Teresa Noreña Salto (ULL), que contó con la participación de varios investigadores canarios. Además de estos seminarios monográficos, el XX Coloquio de Historia Canario Americana contó con las habituales secciones de Geografía y organización territorial, coordinada por las profesoras Josefina Domínguez Mujica (ULPGC) y Luz Marina García Herrera (ULL); Historiografía, coordinada por los profesores Manuel Hernández González (ULL) y Vicente Suárez Grimón (ULPGC); Historia Social, coordinada por los profesores Luis Alberto Anaya Hernández (ULPGC), Juan Manuel Santana Pérez (ULPGC) y Miguel Suárez Bosa (ULPGC); Arte, coordinada por el profesor Alberto Darias Príncipe (ULL) y María de los Reyes Hernández Socorro (ULPGC); Mujeres e historia, coordinada por la profesora María Eugenia Monzón Perdomo (ULL); Historia política e institucional, coordinada por las profesoras María Luisa Monteiro Quintana (ULPGC) y Teresa Noreña Salto (ULL); y Arqueología, coordinada por los profesores Juan francisco Navarro Mederos (ULL) y Jorge Onrubia Pintado (UCLM). A ellas se unió este año la sección Multiculturalismo y religiones en Canarias, coordinada por el profesor Alberto Galván Tudela (ULL).
Unos días antes de que diera comienzo el XX Coloquio de Historia Canario Americana, el diario Canarias 7 publicaba una entrevista a Elena Acosta, directora de la Casa Colón, en la que señalaba que con esta edición de 2012 se cerraba una etapa y que, con la pérdida de Morales Padrón, había llegado el momento de replantear la línea a seguir en las futuras ediciones. Desde hace ya varios años se viene hablando entre los fieles de este Congreso sobre la necesidad de darle una vuelta, adaptándolo a los nuevos tiempos. Muchos opinan, pero pocos aciertan a dar con una receta que ayude a dar un nuevo impulso a esta reunión científica, clave de la historiografía canaria y americanista. Hacerlo ahora, en medio de una crisis económica sin precedentes y en un contexto en el que, cada vez más, los historiadores vamos perdiendo interés por este formato de reunión científica, entraña sus riesgos. Pero sin duda también es una oportunidad magnífica para acometer los cambios que permitan que Gran Canaria siga siendo, cada dos años, la capital de la historiografía canaria y americana.