De vez en cuando las universidades españolas saltan a las primeras páginas de la prensa y, en algunas ocasiones, no siempre es para dar buenas noticias. En los periódicos de hoy podemos encontrarnos con la cara y cruz de lo que puede ser la repercusión mediática de las universidades españolas. Por un lado, el periódico la Vanguardia publica los resultados de un estudio realizado por la AQU en el que se demuestra lo que todos sabíamos desde hace tiempo, a saber, que las universidades son una potente palanca que promueve el cambio social en nuestro país, permitiendo el ascenso social a personas que, por otros medios, difícilmente lo lograrían. Y todo ello, pese a la deficiente financiación del sistema universitario o a la creciente pérdida de la competividdad internacional de las instituciones universitarias españolas. Enlazando con lo anterior, quizá nuestras universidades no estén bien posicionadas en los rankings internacionales y, más que posiblemente, aún tardemos muchos años en contar con un profesor universitario que obtenga un Nobel, pero creo que lo importante ya lo estamos haciendo al mejorar la formación de nuestra sociedad y ofrecer a nuestros egresados posibilidades para su promoción, ya sea dentro o fuera de nuestras fronteras.
La cruz de la noticia la ofrecen otros diarios, como El País o El Mundo, en sus ediciones digitales. Ayer lunes, Carlos Berzosa, Rector de la Universidad Complutense de Madrid, fue insultado, escupido y zarandeado por un grupo de estudiantes "universitarios" (el entrecomillado es por aquello de que el calificativo universitario les viene grande), a la salida de un Consejo de Gobierno en el que, entre otros acuerdos, se había adoptado el de convertir en mixtos los Colegios Mayores que, hasta la fecha, han venido segregando a sus colegiales en virtud de su sexo (contraviniendo con ello el principio de igualdad reconocido en nuestra Constitución). Me sorprende que una universidad pública como la Complutense de Madrid aun tenga Colegios Mayores masculinos o femeninos, una más de las herencias de la dictadura franquista que aun tenemos en el sistema universitario español. Pero lo que, por desgracia, me sorprende menos, es la actitud incívica de una minoría de estudiantes que, de un tiempo a esta parte, parecen haberse adueñado de los campus universitarios y que se permiten el lujo de insultar a un político, ya esté en activo o retirado, que haya sido invitado a dar una conferencia (valgan los ejemplos, por orden cronológico, de Felipe González, Santiago Carrillo, José Mª Aznar y Rosa Díez, entre otros), o que, incluso, se permitan el lujo de insultar y vejar a la máxima autoridad académica de la institución, ya sea por implantar un nuevo calendario académico (como le sucedió al Rector de la Universidad de La Laguna hace un año y medio), por implantar los nuevos títulos oficiales adaptados al EEES (como le sucedió al Rector de la Universisat Pompeu Fabra hace unos meses) o por cambiar el modelo de gestión de los Colegios Mayores (como ayer le sucedió al Rector de la Universidad Complutense de Madrid).
Como ha explicado Juan Cruz en su blog, este tipo de actuaciones deben ser condenadas por todos, pero cabe pensar qué habría sucedido si Berzosa, en vez de intentar apaciguar los ánimos de sus estudiantes con el diálogo y las buenas maneras, aun exponiéndose a los salivazos de los radicales, les hubiera dedicado el mismo saludo con el que José Mª Aznar despidió a quienes le insultaban hace unas semanas, en su visita a otra universidad española. ¿De qué estaría hablando entonces la prensa de la ultraderecha? ¿Se imaginan cuál sería el titular de la noticia? Seguramente uno bien diferente del vergonzoso titular de la noticia en Libertad Digital. Por fortuna, Berzosa estuvo a la altura de lo que todos los universitarios esperamos de un Rector, incluso con estudiantes como los que le sometieron a este paseíllo en la puerta del Rectorado. Por cierto, ¿creen que estos colegiales, particularmente los que aparecen en los vídeos argumentando el por qué de su movilización necesitan de la universidad para su promoción social?.