jueves, diciembre 09, 2010

Informe PISA 2009: llueve sobre mojado

Como era de esperar, los datos que arroja el último Informe PISA, divulgados el pasado martes 7 de diciembre, dejan al sistema educativo de Canarias en muy mal lugar. Salvo que, para las autoridades educativas del Gobierno de Canarias, sea un lugar meritorio cerrar la tabla de las Comunidades Autónomas, solo por delante de Ceuta y Melilla (que, como todos sabemos, son Ciudades Autónomas). Leyendo los resultados del informe uno alcanza a comprender por qué, hace unos años, la Consejera Milagros Luis Brito se empeñó en decir que Canarias no necesitaba pasar por los exámenes del informe PISA. Las declaraciones del Viceconsejero de Educación y Universidades, Gonzalo Marrero, justificando lo injustificable, son para exhibirlas como ejemplo de lo que no se debe hacer en política (y menos en asuntos tan sensibles como éste): a) negar la evidencia; b) echar la culpa a otros; c) afirmar que la LOE prohibe los rankings (que alguien le explique a este señor lo que es el informe PISA, por favor). Pero lo mejor ha sido su afirmación, y cito textualmente: "Donde estamos en la media de la OCDE es en el grupo que está en medio" (véase vídeo de ACN Press). Con responsables políticos como éste, a nadie le extraña que los indicadores de Canarias sean los que son, para desgracia nuestra.
Dejando a un lado que, como bien recuerda Julio Carabaña en un artículo publicado hace unos días en el diario El País, los datos del Informe PISA 2009 no deben ser utilizados para aquello para lo que no han sido concebidos, no es menos cierto que, en el caso concreto de Canarias, estas cifras son un indicador más de cuán errática ha sido la política educativa que ha llevado Coalición Canaria en los últimos diecisiete años. Y es, desde que en 1993 Manuel Hermoso, líder de las otrora AIC, desalojara a Jerónimo Saavedra  de la presidencia del Gobierno de Canarias,  las causas que explican la deficiente situación del sistema educativo en Canarias tienen nombre. Y apellidos.

miércoles, octubre 13, 2010

Jóvenes, aunque sobradamente (pre)parados

Corrían los años noventa del pasado siglo cuando una conocida marca de coches puso en marcha una campaña publicitaria en prensa, radio y televisión (entonces Internet y publicidad eran dos palabras que vivían de espaldas la una a la otra, y nadie sabía qué era eso del marketing viral). Aquella empresa buscaba vender un nuevo vehículo entre la gente más joven y se inventó el término JASP: J(oven) A(unque) S(obradamente) P(reparado). Yo formaba parte, al menos teóricamente, del target al que iba dirigido aquella campaña publicitaria, pero por aquellos años mi beca de investigación no me daba para comprar un coche, ni mucho menos. Y aquella palabra quedó, como otras, sepultada en mi memoria bajo aquellas que, después, se han ido acuñando por publicistas, sociólogos y especialistas en comunicación, para definir a esa generación de jóvenes que, una vez terminados sus estudios, empiezan a abrirse camino en esa jungla que es la vida real.  Y digo que había olvidado la famosa JASP, aunque he vuelto a acordarme de ella cuando llegó el diario El País con su serie (Pre)parados, que durante varias semanas ha dado mucho de qué hablar, pero sobre todo, nos ha hecho pensar a muchos lectores.
Me parece que esta serie de artículos que, durante varias semanas nos han puesto un nudo en la garganta a los que nos atrevíamos a leer aquellas historias, constituye una de las mejores que ha realizado El País en mucho tiempo (véanse las reflexiones de la defensora del lector de ese diario, hace unos días). Como profesor universitario, que he ayudado a formar a varios miles de jóvenes, hoy titulados universitarios que luchan por abrirse camino en la vida, me ha servido para recordar cuántos buenos compañeros de clase se han quedado por el camino y qué fortuna he tenido por conseguir trabajar en aquello para lo que me formé. Es una lástima que tantos JAS(P) como los que tenemos hoy en día, con nombres y apellidos, delante de nosotros, lo tengan aún más difícil de lo que lo tuvimos nosotros, hace casi veinte años. Muchos de ellos tendrán que coger la maleta y buscar fortuna fuera de España, no solo para servir de protagonistas en Españoles en el mundo, sino para hacernos reflexionar sobre la terrible paradoja de que hemos invertido en su formación, para que luego sea otro país el que les brinde la posibilidad de realizarse profesional y personalmente.
Algunas de las historias que he leído en (Pre)parados me ha hecho recordar aquellas palabras de Miguel de Unamuno en uno de los los ensayos que  forman parte de su obra En torno al casticismo, cuando en aquellos duros años  que fueron para España los de finales del XIX, la juventud lo tenía tanto o más difícil para hacer eso que los mayores llaman "labrarse un futuro". Decía Unamuno: "Los jóvenes mismos envejecen, o más bien se avejentan en seguida, se formalizan, se acamellan, encasillan y cuadriculan, y volviéndose correctos como un corcho pueden entrar de peones en nuestro tablero de ajedrez, y si se conducen como buenos chicos ascender a alfiles". Por desgracia en esta nuestra España del estado de bienestar, ni aun así.

lunes, septiembre 27, 2010

La mala Educación en Canarias

La semana pasada Paulino Rivero realizó unas declaraciones en la prensa (leer aquí) que debo reconocer que no han sorprendido a quienes conocen bien las carencias de este personaje. No deja de ser paradójico que, a estas alturas de su mandato, Paulino enarbole la bandera de la Educación como uno de los principales logros de su Gobierno y, en particular, de su Consejera de Educación, Universidades, Cultura y Deportes, Milagros Luis Brito, cuya penosa gestión en estos casi cuatro años ha hecho buenos a sus predecesores.
Si tienen un minuto, no dejen de ver la presentación que tienen encima de estas líneas.  En ella podrán comprobar cuáles son los resultados de una política educativa errática en estos diecisiete años que llevan los nacionalistas de Coalición Canaria en el poder. Y lo que es peor, los intentos por manipular la realidad para hacerla digerible ante la ciudadanía. Parafraseando al Ministro Gabilondo, invertir en Educación es caro, pero  no invertir sale carísimo. En el caso de Canarias, no se trata solo de escasa inversión, sino de una mala inversión, que ha dilapidado los recursos públicos en proyectos disparatados y no ha sabido hacer de la Educación la palanca del cambio que Canarias necesita. Si Educación es igual a futuro, nuestra mala Educación no nos augura nada bueno.

jueves, septiembre 16, 2010

Silencio, se rueda en el Campus

No sé si conocen la última moda que se está extendiendo como la pólvora por los campus españoles y en los  de algunos países europeos. No parece que tenga que ver con Bolonia, salvo en la preocupante extensión del carpe diem entre nuestros estudiantes, sino que más bien la novedad procede de los campus norteamericanos y canadienses. Si dentro de unos meses ven a un grupo de alumnos corriendo y bailando por  los pasillos de su Facultad o en la Biblioteca, perseguidos por varias cámaras de vídeo, ya saben de qué se trata: están rodando un lipdub para subirlo a Youtube.
Si quieren ver cuáles son los exempla, les recomiendo que se entretengan con los vídeos de los estudiantes de la Universidad de Quebec en Montreal o el de los alumnos de la Facultad de Derecho de la Universidad de Montreal. Como ejemplos norteamericanos tenemos el de la Universidad de Boston y, por si fuera poco, también publican los making off (ver el ejemplo de la UQAM). En Europa la moda ha entrado fuerte en Francia y Gran Bretaña, como podemos ver en los vídeos de los estudiantes de Farmacia de la Universidad de Montpellier o en el de los alumnos de La Sorbona-París 1. No deja de ser paradójico que sus padres y/o abuelos levantaran los adoquines de las calles parisinas creyendo que con eso ayudaban a cambiar el mundo, mientras ellos ahora prefieren dedicarse a otra cosa (la aldea global ya no está para revoluciones).
En España la moda la está impulsando una conocida marca de whisky, que el curso pasado organizó incluso una competición. Vean los vídeos rodados en algunas universidades, muchas de ellas privadas (para que luego digan que allí solo se va a estudiar).  ¿Cuánto tiempo tardaremos en ver esta moda en los campus de las universidades canarias? ¿Es posible que en alguna de esas celebraciones de las orlas que autogestionan los estudiantes veamos alguno de estos vídeos?. Quién sabe, a lo mejor algún avispado puede ver en ellos  una buena ocasión para innovar y se hace de oro rodando estos vídeos filmados en plano secuencia que, en algunas universidades, han sido impulsados, incluso, desde los propios rectorados. Por cierto,  no dejen de ver el making off del vídeo que se rodó en julio en la Universidad Politécnica de Cartagena. ¡Y con Rosana actuando en directo!

jueves, julio 15, 2010

Vitruvio veinte siglos antes de "La roja"

Hemos sobrevivido al Mundial de Sudáfrica 2010 y a las celebraciones, absolutamen- te delirantes, que se han vivido en todos los rincones de España en la noche del pasado domingo, después de una emocionante final que nos mantuvo a todos los españoles delante del televisor. Quienes me conocen saben de mi afición al fútbol, un deporte en el que nunca destaqué, pero al que me dediqué  con entusiasmo, desde mis ya lejanos tiempos en el Colegio hasta hace unos años cuando, precisamente jugando en una liga de  fútbol para veteranos, me rompí los ligamentos de mi rodilla derecha.  Con casi cuarenta años a mis espladas colgué las botas y debo reconocer que, durante un tiempo, sentí incluso cierto síndrome de abstinencia, que por suerte he podido superar. Por esta razón, no coincido con  algunos de los últimos artículos que ha firmado Juan García Luján en Canariasahora. Como estudiamos juntos en el Instituto Tomás Morales me consta que el fútbol nunca ha estado entre sus debilidades, pero no dejo de reconocer que algunas de sus  críticas a los excesos de este circo, son bastante acertadas. En realidad, todo lo que hemos vivido en estas últimas semanas se puede enmarcar bajo la máxima de nihil novum sub sole, aunque hay que reconocer  que en estos tiempos en los que el deporte se ha elevado a la categoría de inmenso negocio para unos pocos, cualquier referencia a los excesos de otros tiempos pueden parecer, cuando menos ridículas. De todos modos, no me resisto a citar aquí un fragmento del tratado sobre la Arquitectura de  Marco Vitruvio, citado por Isaac Moreno, editor del portal Traianus, en su blog sobre ingeniería romana. Vale la pena leer el texto:

Los antiguos griegos concedieron a los atletas más famosos, que habían alcanzado la victoria en los juegos Olímpicos, Piticos, Istmicos e Inemeos, unos honores tan extraordinarios que, no sólo recibían los aplausos del público en los escenarios cuando se levantaban con su palma y su corona, sino que, al volver victoriosos a sus propios países, eran conducidos como triunfadores en una cuadriga hasta las calles de sus ciudades de origen y además estaban exentos de pagar ciertos impuestos durante toda su vida, como premio acordado por el Estado.
Al recapacitar ahora sobre estas costumbres, no deja de admirarme que no concedan honores similares, o aún mayores, a los hombres de ciencia y escritores que aportan innumerables beneficios a todos los pueblos y a lo largo de los tiempos. Ciertamente, sería mucho mejor establecer esta costumbre, pues los atletas consiguen fortalecer simplemente sus músculos, mediante sus entrenamientos, pero los escritores no sólo perfeccionan su propia inteligencia sino también la de todos los hombres y con la información de sus libros, fijan unas normas instructivas para alentar el talento y el ingenio de todos los hombres.
¿Qué utilidad ha proporcionado a la humanidad el hecho de que Milón de Crotona resultara invicto en todas sus competiciones?, ¿qué provecho han prestado otros muchos vencedores, si no es el de disfrutar de la fama entre sus conciudadanos mientras vivieron?
Pero, las enseñanzas de Pitágoras, Demócrito, Platón, Aristóteles y de otros muchos pensadores, elaboradas día a día gracias a su incesante trabajo, han dado unos frutos nuevos y espléndidos tanto a sus propios conciudadanos como a todo el mundo.
Quienes han degustado sus abundantes enseñanzas desde la infancia, poseen una inmejorable sensibilidad intelectiva, establecen unas costumbres dignas y civilizadas en las ciudades, un cuerpo de derechos justos y unas leyes sin las que la ciudad no puede mantenerse a salvo. Puesto que de la sabiduría de los hombres de ciencia han emanado tan importantes beneficios para todos, tanto individual como colectivamente, en mi opinión deben concedérseles palmas y coronas y, además, se les debe tributar los honores del triunfo, juzgándoles dignos moradores de las mansiones de los dioses.

Vitruvio. De Arquitectura. Libro IX.

jueves, junio 24, 2010

A propósito del VII Foro

La semana pasada participé en el VII Foro sobre evaluación de la calidad de la investigación y de la Educación Superior, que se celebró en Murcia entre los días 15 y 18 de junio. Para quienes lean esto y no sepan muy bien de qué van estos congresos, les comento que se trata de unas reuniones científicas que, desde hace unos años, viene organizando el grupo de investigación de Gualberto Buela-Casal (Universidad de Granada), conocido, entre otras cosas, por ser el coautor de una serie de artículos que, desde hace unos años, proponen un ranking de las universidades españolas a partir de sus principales indicadores en materia de investigación. Hace unos años intenté acudir a una edición anterior de estos Foros, pero por problemas de agenda de última hora me fui imposible asistir. Este año, en cambio, pude organizarme y aproveché para presentar una comunicación en formato póster, en la que avanzo los resultados de un estudio bibliométrico que estoy realizando sobre la producción  científica que se realiza en Canarias en el ámbito de las Ciencias Históricas. En el próximo Coloquio de Historia Canario Americana presentaré el trabajo final, que espero sirva a los colegas para que todos reflexionemos acerca de los hábitos de publicación del centenar y pico de historiadores que desarrollamos nuestra actividad en las universidades canarias, incluidos los centros asociadores de la UNED.
Como ya me habían advertido algunos colegas que habían asistido a ediciones anteriores de estos Foros, se trata de un Congreso peculiar, en el que participan decenas de investigadores, entre ponentes invitados por la organización y comunicantes (ver libro de resúmenes aquí). Y como suele suceder en eventos con tantos participantes, uno encuentra de todo, desde trabajos interesantes y ponencias relevantes, hasta investigaciones anodinas y comunicaciones irrelevantes (eso si no se cancelaba la presentación  sobre la marcha por incomparecencia del  interviniente).  Mi experiencia personal es que, sin ser uno de esos congresos que le cambian a uno la vida, al menos tuve la ocasión de ver algunas contribuciones especialmente interesantes. De las malas, que fueron unas cuantas,  ya me he olvidado, por aquello de la memoria selectiva.
Lo que sí que me ha decepcionado ha sido la organización, que se salvó por la extraordinaria capacidad de trabajo de quienes llevaban la secretaría técnica del congreso y que, como suele suceder en estos casos, se encargaban de resolver los imprevistos y soportar estoicamente a los congresistas, que no es poco. Una reunión científica de la magnitud de estos Foros debería tener detrás un soporte técnico mucho más profesional, que sepa utilizar,  entre otras cosas, el extraordinario potencial de las TIC. Si el aspecto amateur de la web del Congreso ya me había despertado cierta preocupación, no se imaginan qué pensé cuando contemplé in situ cómo, en pleno año 2010, halguien se atreve a organizar un congreso como si aun estuviésemos en los felices años ochenta.

jueves, mayo 20, 2010

La caja de Pandora

Todos sabemos que hay políticos y políticos. Hay políticos eficaces en su gestión y, por desgracia, también los hay que son ineficaces. Hay, además, políticos con experiencia en la materia sobre la que deben "hacer política" y, por contra, existen otros que les toca el cargo en suerte y, a trancas y barrancas, van aprendiendo algo, mientras cobran su sueldo (de alto cargo, evidentemente). En Canarias, como en otras Autonomías, tenemos de todo. Pero hay que reconocer que en el reparto de cargos que se produjo en 2007, con la llegada al poder de Paulino Rivero, los universitarios tuvimos muy poca suerte, al menos con nuestro responsable más directo, que es el Director General de Universidades. Poco podemos decir de su actual titular, Juan José Martínez Díaz, porque poco es lo que de él se sabe. Sabemos que tiene titulación universitaria, lo cual no está nada mal en una tierra como la nuestra, en la que para dirigir la Televisión Canaria sólo se requiere estar graduado por la Universidad de la vida (Rivero dixit). Sabemos, además, que  Juan José Martínez fue gerente del Instituto Insular de Atención Social y Sanitaria (IASS), un organismo autónomo del Cabildo de Tenerife, y sabemos que, en 2007, sin mayor experiencia en materia universitaria que la de haber sido alumno (sic) de la Universidad de La Laguna, fue ungido para ocuparse de dirigir la política universitaria en Canarias. Y en esas está el hombre desde la primavera de 2007, aprendiendo el oficio sin tener que haber pasado por el trance de un contrato en prácticas. Por suerte, en 2011 hay elecciones y los universitarios podremos tener un Director General de Universidades que scuando acceda al cargo sepa distinguir una Facultad de un Instituto Universitario, y un Grado de un Doctorado. Pero nunca se sabe, quizá a este hombre le toque la lotería también en 2011 y acabe en Dios sabe qué Consejería, o en otro Organismo Autónomo o incluso en alguna Agencia (no demos pistas, que los nombramientos los carga el diablo). Así es la política y así son los políticos profesionales, esas personas que, a falta de un oficio (y un beneficio) conocido, y por ende reconocido, se dedican a sobrevivir en la cosa pública.
Viene esto a propósito de la última aventura de este joven Director General de Universidades, a quien la historia parecía ofrecerle la oportunidad de ser el primero en los últimos quince años que iba a finalizar su mandato sin provocar un conflicto en las dos universidades canarias (en la de la Vida, por ahora, la cosa está tranquila). Pero no va a poder ser. Si bien hace unos meses firmó un artículo en su boletín oficial particular, a propósito del tan traído y llevado asunto de los complementos retributivos del  PDI de las universidades canarias, en el que parecía mostrar una cautela propia del que aspira a sobrevivir en la política, ahora, aprovechando que las aguas de la crisis bajan revueltas, se tira al monte y amenaza al colectivo con recortar su masa salarial, como ya está sucediendo en otras Comunidades Autónomas. No nos engañemos. Todos sabemos quién está detrás de él, quien le azuza y le cuchichea al oído lo que tiene que decir. Como esto no ha hecho más que empezar, pronto irán saliendo al escenario los protagonistas de este sainete, en su enésima versión, remasterizada para la ocasión. Y mientras tanto, los de siempre aprovechando la ocasión para pasar a cuchillo al PDI a través de los comentarios anónimos en la prensa digital.

jueves, mayo 06, 2010

Investigar en Canarias es llorar

Como sucediera el año pasado por estas fechas, en las universidades canarias ha causado cierto revuelo la publicación de un nuevo artículo de investigación de Gualberto Buela-Casal y su equipo. Se trata de un artículo que pueden leer aquí, en el que establece un ranking en investigación de las universidades públicas españolas, correspondiente al año 2009 (los anteriores artículos de la serie están disponibles en la página web del grupo de investigación que dirige este Catedrático de Psicología de la Universidad de Granada. Al igual que en el año anterior, la prensa española, tanto la nacional como algunos medios locales, se han hecho eco de este artículo (véase, por ejemplo, la noticia en El País), principalmente debido a la activa política de divulgación que realizan los autores de estos estudios, al divulgar su publicación urbi et orbi, vía e-mail. No voy a entrar a valorar la calidad científica del artículo o su rigurosidad, entre otras cosas porque considero que si está publicado en una revista científica como Psicothema (factor de impacto 2008: 1,213)  Además, el trabajo ha sido aceptado para su publicación el mismo día, mes y año en el que fue recibido, por lo que, cuando menos, debe ser "aceptable".
La pregunta que nos hacemos muchos universitarios es hasta qué punto la situación de la investigación en las universidades canarias es tan mala, porque no deja de sorprender que la clasificación global  del ranking la cierren las dos únicas universisdades que existen en Canarias, si excluímos la ya famosa universidad de la vida a la que se refería Paulino Rivero cuando eligió a un indocumentado para dirigir la televisión autónomica canaria. Quien  haya tenido oportunidad de leer el libro de Marià Alemany cuyo título he adaptado a la "realidad canaria" para titular este post, entenderá perfectamente a lo que me refiero. Porque si dedicarse a la investigación en España es una osadía, hacerlo en Canarias es, simplemente, una utopía. 
Es evidente que una gran parte de culpa la tenemos los propios universitarios, porque la calidad (como la caridad) siempre debe empezar por uno mismo. Y mientras los artículos, las patentes y las direcciones de las tesis doctorales sea responsabilidad de los investigadores, es lógico que sea a nosotros a quien haya que pedir responsabilidades, al menos en primera instancia.  Pero no somos, ni mucho menos, los únicos responsables. Junto a nosotros están los responsables en hacer la política científica en las universidades., los actuales, los pretéritos (e incluso los indefinidos). Pero, por encima de las universidades, habría que mirar al Gobierno de Canarias, porque a todo esto, cabe preguntarse si tienen algo que decir al respecto la Agencia Canaria de Investigación, Innovación y Sociedad de la Información o la Agencia Canaria de Calidad y Acreditación Universitaria.  ¿Y el partido nacionalista que lleva veinte años dirigiendo la política universitaria (sic) en Canarias?

miércoles, marzo 24, 2010

Insultos al Rector Berzosa

De vez en cuando las universidades españolas saltan a las primeras páginas de la prensa y, en algunas ocasiones, no siempre es para dar buenas noticias. En los periódicos de hoy podemos encontrarnos con la cara y cruz de lo que puede ser la repercusión mediática de las universidades españolas. Por un lado, el periódico la Vanguardia publica los resultados de un estudio realizado por la AQU en el que se demuestra lo que todos sabíamos desde hace tiempo, a saber, que las universidades son una potente palanca que promueve el cambio social en nuestro país, permitiendo el ascenso social a personas que, por otros medios, difícilmente lo lograrían. Y todo ello, pese a la deficiente financiación del sistema universitario o a la creciente pérdida de la competividdad internacional de las instituciones universitarias españolas. Enlazando con lo anterior, quizá nuestras universidades no estén bien posicionadas en los rankings internacionales y, más que posiblemente, aún tardemos muchos años en contar con un profesor universitario que obtenga un Nobel, pero creo que lo importante ya lo estamos haciendo al mejorar la formación de nuestra sociedad y ofrecer a nuestros egresados posibilidades para su promoción, ya sea dentro o fuera de nuestras fronteras.
La cruz de la noticia la ofrecen otros diarios, como El País o El Mundo, en sus ediciones digitales. Ayer lunes, Carlos Berzosa, Rector de la Universidad Complutense de Madrid, fue insultado, escupido y zarandeado por un grupo de estudiantes "universitarios" (el entrecomillado es por aquello de que el calificativo universitario les viene grande), a la salida de un Consejo de Gobierno en el que, entre otros acuerdos, se había adoptado el de convertir en mixtos los Colegios Mayores que, hasta la fecha, han venido segregando a sus colegiales en virtud de su sexo (contraviniendo con ello el principio de igualdad reconocido en nuestra Constitución).  Me sorprende que una  universidad pública como la Complutense de Madrid aun tenga Colegios Mayores masculinos o femeninos, una más de las herencias de la dictadura franquista que aun tenemos en el sistema universitario español. Pero lo que, por desgracia,  me sorprende menos, es la actitud  incívica de una minoría de estudiantes que, de un tiempo a esta parte, parecen haberse adueñado de los campus universitarios y que se permiten el lujo de insultar a un político, ya esté en activo o retirado, que haya sido invitado a dar una conferencia (valgan los ejemplos, por orden cronológico, de Felipe González, Santiago Carrillo, José Mª Aznar y Rosa Díez, entre otros), o que, incluso, se permitan el lujo de insultar y vejar a la máxima autoridad académica de la institución, ya sea por implantar un nuevo calendario académico (como le sucedió al Rector de la Universidad de La Laguna hace un año y medio), por implantar los nuevos  títulos oficiales adaptados al EEES (como le sucedió al Rector de la Universisat Pompeu Fabra hace unos meses) o por cambiar el modelo de gestión de los Colegios Mayores (como ayer le sucedió al Rector de la Universidad Complutense de Madrid).
Como ha explicado Juan Cruz en su blog, este tipo de actuaciones deben ser condenadas por todos, pero cabe pensar qué habría sucedido si Berzosa, en vez de intentar apaciguar los ánimos de sus estudiantes con el diálogo y las buenas maneras, aun exponiéndose a los salivazos de los radicales, les hubiera dedicado el mismo saludo con el que José Mª Aznar despidió a quienes le insultaban hace unas semanas, en su visita a otra universidad española. ¿De qué estaría hablando entonces la prensa de la ultraderecha? ¿Se imaginan cuál sería el titular de la noticia? Seguramente uno bien diferente del  vergonzoso titular de la noticia en Libertad Digital. Por fortuna, Berzosa estuvo a la altura de lo que todos los universitarios esperamos de un Rector, incluso con estudiantes como los que le sometieron a este paseíllo en la puerta del Rectorado. Por cierto, ¿creen que estos colegiales, particularmente los que aparecen en los vídeos argumentando el por qué de su  movilización necesitan de la universidad para su promoción social?.

sábado, febrero 06, 2010

Días de veinticuatro horas

Después de más de tres años de trabajo intenso, en los que los días parecían no tener veinticuatro horas, desde este lunes experimento la grata sensación de haber recuperado el control de mi vida. Hace unos días se ha materializado mi salida del equipo de José Regidor, Rector de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria desde abril de 2007. Fue hace más de tres años, a finales de 2006 , cuando empecé a trabajar con él la preparación de su candidatura, en colaboración con otros compañeros de la Universidad (profesores, PAS y estudiantes). En la primavera de 2007 vino la precampaña y una reñida campaña electoral que se materializó con el acceso de Regidor al Rectorado. Desde entonces el ritmo de trabajo ha sido frenético, con breves espacios de tranquilidad que me  permitían hacer otras cosas, pero reconozco que no eran suficientes para poder simultanear eso que llaman "la gestión" con las clases (que nunca dejé de impartir en la Facultad) y la investigación. Después de haber estado reflexionando este pasado verano, no fue hasta después de las vacaciones cuando comencé a planificar mi salida del equipo.

Los que me conocen saben que no ha sido una decisión fácil de adoptar,  no solo por el compromiso adquirido, sino por el hecho de que dejo atrás muy buenos momentos  vividos con un gran equipo de personas.  Pero cuando se ponen en la balanza las cosas, siempre he defendido que hay que ser consecuente y decidirse por las cosas que pesan más. Me llevo conmigo la experiencia de haber conocido la Universidad desde una perspectiva que hasta entonces no conocía, así como haber trabajado  con un buen número de compañeros y compañeras que, hasta entonces, eran sólo nombres y con los que, después de haber trabajado en innumerables proyectos, he trabado una  buena amistad, que sin duda, perdurará. A partir de ahora retomo mi actividad investigadora y los colegas de la Universidad del País Vasco, con los que trabajo en un proyecto de investigación del Ministerio, han preparado una intensa actividad de campo por tierras gallegas. No quieren que caiga en eso que llaman la depresión del día después y dentro de una semana estaremos pateando las provincias de Lugo y Orense, estudiando inscripciones romanas. Algunas están depositadas en el Museo Provincial de Lugo. Cuando vuelva a mirar este reloj de sol, hecho en pizarra en el siglo XIX, que se expone en su lapidario y que fotografié en el verano de 2006, quizá repare en que los días vuelven a tener veinticuatro horas.