Es sabido que el célebre Darío I, rey de los persas, creó un cuerpo de informadores para conocer los excesos de los sátrapas, además de otras medidas que impulsó para reorganizar su extenso Imperio. Aquellos informadores, conocidos como los ojos y oídos del rey, gracias a las mejoras de la red de comunicaciones, podían contar con celeridad a su monarca qué pasaba en cualquier rincón de su vasto Imperio. Es posible que esta figura haya sido revitalizada por Carlos Berzosa, Rector de la Universidad Complutense de Madrid, que ha establecido una amplia red de informadores entre los estduiantes, para conocer el grado de cumplimiento de las tareas que tiene encomendadas el personal docente de su Universidad (ver noticia en el blog Indoecencias).
El sistema implantado en la Universidad Complutense de Madrid ha saltado a la prensa el pasado fin de semana (véase la escueta nota publicada en El País y la noticia más amplia en el diario gratuito 20minutos, que cita Indoecencias). Ignoro por qué la noticia ha saltado a la prensa en los últimos días, ya que este plan, impulsado por la Inspección de servicios de la UCM, se puso en marcha en el curso académico 2005-2006. Quizá se deba a alguna nota de prensa en la que se han divulgado los resultados. Para los que estén interesados en profundizar sobre el tema, recomiendo que consulten la información publicada en la web de la Complutense sobre este Plan de seguimiento de la actividad docente.
Habrá quien se alarme por la noticia, que a los nostálgicos evocará aquellos tiempos en que los agentes de la policía franquista se introducían en las aulas de algunos docentes universitarios. En cualquier caso, tampoco hay que dramatizar, ya que este tipo de controles no son raros en otros lugares. Quizá lo que extrañe es que se pongan en marcha en una institución como la Universidad Complutense. O que la medida haya sido impulsada por un Rector progresista como Berzosa. Vayamos poniendo nuestras barbas en remojo, por lo que pudiera pasar.
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