lunes, enero 29, 2007

Nota para un Ministro

"Aquéllas si que eran oposiciones, no las de ahora". La frase se la oí decir hace tiempo a un excelso Catedrático emérito, que según parece superó por propios méritos varias oposiciones a Catedrático en aquellos "gloriosos tiempos" (sic) de la universidad franquista. Y a juzgar por las habituales campañas de prensa que acusan de endogámica a la universidad española actual (menos gloriosa, por lo que parece), cabe pensar que son legión quienes consideran que hubo tiempos mejores en el sistema de reclutamiento de los profesores numerarios. Quienes piensen así deberían leer lo que sigue. Se trata de una carta que, en mayo de 1972, escribió al Ministro de Información y Turismo el historiador Ricardo de la Cierva, a quien el futuro depararía el mérito de convertirse en hagiógrafo de Francisco Franco y su dictadura, entre otras cosas.
La carta se transcribe en las pp. 115-116 del muy recomendable libro de Alberto Reig Tapia, Catedrático de Ciencia Política de la Universidad Rovira i Virgili, titulado Anti-Moa. El original de esta carta firmada por Ricardo de la Cierva se conserva en el Archivo General de la Administración (AGA), Sección Cultura (Caja 448), para escarnio de su autor y de quienes aún le jalean como estandarte de no se sabe bien qué luchas (véase la web oficial del ya anciano de la Cierva, a quien los años no parecen impedirle seguir publicando libros). No menos recomendable sería su lectura para ese tal Moa, que no ha mucho tiempo alababa la contribución de Ricardo de la Cierva a la historiografía hispana en un artículo reproducido en Libertad Digital, conocida publicación que goza de gran predicamento en la extrema derecha española.

NOTA PARA EL EXCMO. SR. MINISTRO. DEPARTAMENTO DE HISTORIA CONTEMPORÁNEA EN LA UNIVERSIDAD DE MADRID.
Ayer tuvimos una importante reunión en el Departamento de Historia Contemporánea de la Complutense, presidido ahora por Vicente Palacio Atard. Vicente Palacio quiere hablar personalmente con usted sobre este tema, que le adelanto; él está seguro de que usted va a comprenderlo.
Con la jubilación de Jesús Pabón, se plantea toda la estructura del Departamento que, por el tema y por la Universidad, es absolutamente vital. Como la cátedra de Pabón va a trasladarse, casi con seguridad a Vicente Rodríguez Casado, tanto éste como Vicente Palacio están de acuerdo en desdoblar la Cátedra de Historia contemporánea española para que la ocupe José María Jover. Queda la incógnita de la Agregaduría de Historia contemporánea, que está vacante en este momento. Existe el peligro de que, si sale a concurso la ocupe el joven Carreras, ahora agregado en Zaragoza y miembro notorio del partido comunista. En Zaragoza ha provocado graves problemas durante este curso, tras su violenta ruptura con su catedrático Corona Baratech.
El Departamento de Madrid está de pleno acuerdo en pedir a Villar Pallasí que esta Agregaduría vacante se cubra, no por concurso, sino por oposición libre, a la que, naturalmente, me presentaría yo. No se trata, por tanto, de pedir ninguna injusticia ni favoritismo, simplemente conseguir del Ministerio de Educación que en uso de sus atribuciones, ordene que esta Agregaduría de Historia contemporánea de España se cubra por oposición libre, Creo que en este momento estoy perfectamente situado para llevarme esa oposición, ya que 10 de los 12 catedráticos de Contemporánea en España estarían muy bien dispuestos hacia mí.
Sabe usted de sobra cómo estoy de trabajo y las poquísimas ganas que tengo de hacer la cuarta oposición de mi vida. Sin embargo, creo que hay que cerrar el camino, de forma enteramente limpia y legal, a elementos que vayan a obedecer consignas del enemigo. Tanto Palacio como Jover y Rodríguez Casado me animan a que dé ese paso y ellos mismos, como le digo, se van a poner en contacto con usted para que, como profesor de Historia diga algo, si le parece, a Villar. También van a ponerse en contacto con Gonzalo Fernández de la Mora en el mismo sentido.
Si a usted le parece conveniente esta idea, le ruego que la secunde. Aparte de impedir una acción enemiga, creo que un Departamento de Historia configurado como pensamos, podría ejercitar una labor positiva de enorme resonancia.

RICARDO DE LA CIERVA

5 comentarios:

Anónimo dijo...

El anonimato en Internet puede plantear problemas, a veces, aunque con un examen a la vuelta de la esquina, se convierte en una magnífica herramienta. :) Bromas aparte, me intriga mucho el contenido de esa carta que el ministro de Información y turismo envió a de la Cierva. La he estado buscando por Internet, pero no la encuentro. Además, creo que "Suetonio" la intentó colgar en el artículo, pero solo se observan "simbolitos". A la espera de que sea colgada (si es que era una reproducción de la carta),en relación a la mención que se hace en las primeras líneas del artículo, opino que es cierto que las universidades españolas sufren de endogamia, y si no, de un clientelismo entre los profesores que se hayan firmes en sus puestos de trabajo con respecto a los que llegan nuevos, los cuales, muchas veces, se ven sometidos casi a una "servidumbre" para poder mantenerse en el lugar de privilegio hasta la llegada de unas oposiciones. Estas, algunas veces, se convierten en un amaño de los profesores que forman el tribunal, o bien para concederle injustamente la plaza a un profesor o becario con el que se tiene una gran amistad y ya casi pertenece a dicha familia universitaria o, por el contrario, para impedir, sea como sea, su entrada "vitalicia" al puesto que aspira. Por las dos vertientes se convierte en una acción injusta. En ambos casos sale perdiendo la cualificación del profesor en pos de amistades o rencillas personales, y, por lo tanto, el usuario que los paga.Es, además, un asunto que salpica también a la oposición para ser Catedrático.(V. http://www.elpais.com/solotexto/articulo.html?xref=20061030elpepiedu_1&type=Tes)(Y noticias relacionadas). Por ello creo que la elección a la plaza debe fraguarse fuera de la universidad que la convoca, es decir, sin ningún miembro de dicha universidad en el tribunal.

Evidentemente, no es algo nuevo, y está presente en muchísimos ámbitos. Por ejemplo: si repasemos la farándula política, nos encontramos con numerosísimos casos de elites que monopolizan los altos cargos de los partidos. Tenemos a Rodrigo Rato, Mariano Rajoy, la Marquesa Aguirre, George Bush (Hijo. A veces son idénticos a sus antepasados hasta en el nombre), etc. Son personajes que debido a sus influencias, se perpetúan en los ámbitos de gobierno y que descienden de familias prestigiosas (esto no quiere decir que no sean muy capaces). Por otro lado, nada que decir del que nace hijo de un padre con dinero e influencia: ahí tenemos a Patricia Botín. En definitiva, son aspectos y actitudes humanas que contradicen la "deshumanizadora" y salvaje competencia que preconiza el nuevo sistema económico y social.

Manuel Ramírez Sánchez dijo...

En efecto, había un problema con el texto. Debe ser que los caracteres que utilicé para distinguir el contenido de la carta daban problemas. Espero que ahora se lea bien. Saludos

Anónimo dijo...

Desde luego no es comparable la situación que describe la carta de Ricardo de la Cierva con lo que sucede actualmente en la Universidad. En aquel entonces se perseguía a la gente por sus ideas y se impedía que accedieran a las cátedras por su ideología.

En la actualidad eso es muy difícil y son otras las razones de la llamada endogamia más relacionadas con fidelidades y "escuelas".

Por otra parte, resulta curioso que en la carta se citen nombres de personajes ligados al Opus Dei (Vicente Rodríguez Casado, Villar Palasí...). En eso si que no se ha cambiado, la misma secta ejerce una tremenda influencia en la universidad española.

Anónimo dijo...

No hay nadie como los historiadores para sacar papeles viejos! Caray con don Ricardo!
Y de lo de la endogamia universitaria habría mucho que decir, porque no creo que sea algo que afecte sólo a la universidad. Pero prefería la "endogamia" de la LRU a este nuevo sistema de habilitaciones que da todas las llaves a unos pocos y no ha solucionado el problema en absoluto.
La vieja norma de "Lo primero y principal, conocer al tribunal" sigue estando a la orden del día.

Anónimo dijo...

Desde luego la carta que reproduces se explica por sí misma y es una buena llamada de atención frente a tantos nostálgicos de aquella Universidad insana y monopolizada por unos cuantos. Por lo común,como es notorio, miembros de estirpes que se transmitían casi por derecho dinástico y hacían valer esa reproducción de las élites (también académicas) sobre la que algo dijo, si la memoria no me falla, el mismo Bourdieu. Añadir por último que al firmante de la carta tuve la ocasión de sufrirle como catedrático de Historia Contemporánea en la Universidad de Alcálá. Fue en 4º de Historia y salvo la guerra de la Independencia día por día y batalla por batallas, cómputo de muerto incluido, poco más es lo que pude aprender.
Antonio Castillo