jueves, octubre 19, 2006

El atroz desmoche

Hace unos meses me enteré de la existencia de una reciente Tesis Doctoral dedicada al estudio de la represión franquista en la Universidad española en los años de la dura represión de la posguerra (1939-1945). Su autor es Jaume Claret Miranda, profesor asociado de Historia Contemporánea de la Universitat Pompeu Fabra, y la investigación fue dirigida por Josep Fontana, Catedrático emérito de la misma Universidad, y uno de los mejores historiadores de nuestro país. La existencia de aquella Tesis, que había sido defendida en 2004, me llegó a través de las páginas del diario El País. Hace unos meses ha sido publicada por Crítica y el sábado pasado se publicó en el diario madrileño una excelente reseña de la obra. Tomé entonces conciencia de que había llegado el momento de hacerme con el libro y, casualmente, este lunes estaba esperando que lo rescatara de la estantería de novedades en la biblioteca de mi Facultad.
El atroz desmoche: la destrucción de la Universidad española por el franquismo, 1936-1945 me parece una obra de lectura más que recomendable, y no sólo para los estudiantes y profesionales de la Historia. Cualquiera que haya tenido la fortuna de pasar por una univesridad en nuestro país debería leer este libro para poder reconocer cuántas miserias anidaron en ella en aquellos años, y cuántas de aquéllas aún perviven. Como dice Fontana en el excelente prólogo que ha realizado para este libro: "la universidad franquista no se renovó después de la transición y optó, para disimularlo, por callar y esconder su pasado".
En efecto, los grandes beneficiados de las depuraciones del profesorado universitario, de los exilios e incluso de los asesinatos, no fueron otros que los que habían jaleado a Franco y sus generales (o incluso habían combatido junto a él). Durante años se repartieron el pastel y vivieron como reyes en una dictadura cuyas universidades eran lúgubres espacios donde la inteligencia había huido, o había sido arrinconada. Sus nietos y bisnietos aún ocupan un buen número de cátedras en la universidad española, a pesar del alivio que supuso la LRU para la democratización del sistema universitario español.
El autor de este libro ha hecho un buen esfuerzo por explotar la rica información que ofrecen los archivos de las universidades españolas (aunque el de La Laguna no ha sido excesivamente generoso, como explica el propio autor en la introducción del libro). Pero, sobre todo, ha sabido aprovechar la ingente información que ofrece el Archivo General de la Administración. La obra es muy rica en datos e incluye casi cien páginas de notas con el aparato crítico (aunque eso sí, relegadas al final de la obra por el editor, para no asustar a los potenciales lectores que huyen de los libros con demasiadas notas a pie de página). El índice alfabético, muy detallado, es de gran utilidad para los lectores con prisas. Y aunque las ilustraciones del libro no son excesivamente abundantes, al menos están bien escogidas. La primera de ellas es la que he utilizado para ilustrar este artículo, porque creo que es una excelente metáfora de aquellos penosos tiempos. ¡Nunca más!.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

He leido el libro en cuestión. es magnífico e ilustra bastante sobre aquellos oscuros y sombríos años para la Universidad española.

Es increíble que se haya tardado tanto tiempo en contar esa historia. Un libro que nos ayuda a comprender porque la universidad actual funciona como lo hace. A mi modo de ver algo del lastre de aquellas depuraciones, oposiciones amañadas, chanchullos diversos, ideologías oficiales, jerarquías y demás, todavía influye.

me llama la atención lo que se refiere a la Universidad de La Laguna, en que no hay estudios a fondo, hay escasos fondos documentales y por lo visto aún hoy existe una especie de miedo a abordar la historia de esa época, sin complejos o cautelas.

Hace poco salió un libro sw José manuel castellano Gil sobbre el rector de aquellos ominosos tiempos, José Escobedo. En mi opinión un libro algo hagiográfico e incompleto. Acabado el libro seguimos sin saber como era o pensaba el biografiado, su carácter, sus aficiones, su familia, casi nada. La imagen que se transmite en este libro es muy desangelada, muy burocrática y se insiste una y otra vez en lo que la Universidad debe a ese rector, la deuda pendiente, afirma. También afirma de su intervención en esas depuraciones de una forma muy suave, casi justificándolo y endulzando su labor al respecto. Sin embargo en el librode Claret se menciona Escobedo en lo relacionado con una delación confidencial sobre un anterior rector, lo que contribuyó a fastidiar al acusado y bien. Falta por tanto una investigación historiográfica en archivos de ministerios sobre lo que ocurrió realmente en nuestra Universidad.

La obra de Claret está repleta de nombres y apellidos, muchos muy conocidos aún en la actualidad y nos muestran nítidamente la ingente tarea de ocultación de partes de biografías de muchos ilustres de la universidad española en que aquellos años, no existen o incluso de su época durante la guerra civil nada cuenta.

Un libro en fin, muy recomendable y muy saludable. Para mi ha sido muy interesante el conocer a posteriori y permitirme explicar asuntos que cuando uno era estudiante eran misterios inexplicables.

Un buen libro y que haya muchos mas como este. Falta hace.

Saludos cordiales, Eduardo

Anónimo dijo...

Amigo Manuel (y Eduardo),

En primer lugar, agradeceros las buenas palabras y los elogios. En segundo lugar, apuntaros que ahora ya podría ampliar el capítulo dedicado a la Universidad de La Laguna.
Ciertamente, cuando cerré la investigación, me hallaba prácticamente a oscuras respecto de lo ocurrido en el único centro no peninsular. Sin embargo, ahora dispongo de nuevos datos.
Me comprometo a, en cuanto pueda, intentar convertirlos en artículo.
Un saludo,
Jaume

Anónimo dijo...

Gracias Jaume por tus palabras, ha sido un plecer leer tu obra. Necesaria además, porque es bueno conocer el pasado sin lo que a veces no nos explicamos el presente o lo hacemos mal.

La Universidad de La Laguna, ha sido durante muchos años, una de esas universidades periféricas, de provincias y siempre escasas de presupuestos y profesorado. Ha sido durante mucho tiempo el típico lugar -escalón: se opositaba, se venía, el profesor se marchaba al año o dos y de nuevo plazas vacantes desempeñadas por PNNs o doctorandos con mejor o peor fortuna.

GRacias por tu mensaje y espero leer pronto ese artículo.

Manuel Ramírez Sánchez dijo...

Celebro que a Eduardo le haya gustado también el libro. Sin duda, un buen reclamo para futuros lectores observar la unanimidad en las felicitaciones al autor. Y, por supuesto, me alegra saber que el propio Jaume ha dado con este cuaderno de bitácora y nos ofrece la primicia de ese futuro trabajo sobre la represión franquista en la Universidad de La Laguna. Es un placer comprobar que otros historiadores se saben mover por la web 2.0 con la misma seguridad con la que trabajan en los archivos. Ojalá vaya cundiendo el ejemplo.

Anónimo dijo...

Exigencia contra exigencia. Ayer lunes, la Universidad de Granada homenajeaba al rector fusilado en el barranco de Víznar; el diario "La Nueva España" encabeza un movimiento para recuperar la memoria de su rector fusilado; Valencia ha bautizado diversos equipamientos con el nombre de Juan Peset; en Barcelona se ha realizado un primer homenaje a los docentes depurados; en Madrid parece organizarse algo.... ¿Para cuándo La Laguna?
Exigencia contra exigencia. Si os fuera necesario, aquí tenéis mi colaboración... pero ¿para cuándo La Laguna homenajeará a sus docentes depurados? ¿Quién da el primer paso?
Jaume

Anónimo dijo...

No he leído el libro de Claret, pero sí la reseña en El País en su momento. Y me hice la misma pregunta que veo aquí: ¿qué pasó en la ULL en ese tiempo?
Recuerdo escenas siniestras de mi época de estudiante. Las aperturas bajo palio con el obispo, el capitán general y todas las autoridades.
Felicidades, Suetonio, por la entrada. En tu blog nunca me aburro. Veo además que está Eduardo, como siempre bien afinado.

Anónimo dijo...

Pués eso de recordar que pasó en la ULL durante el golpe militar del 36 sigue siendo asunto pendiente. Bueno, en un nivel superior, todavía está pendiente saber que pasó exactamente en canarias durante la guerra civil y en los sombríos años 40. Hay demasiada oscuridad. Hay trabajos puntuales, algún libro que otro, pero casi todos con el signo de la provisionalidad. Como a la espera de un estudio profundo que aclare definitivamente lo que sea posible de aquellas épocas terribles.

De la ULL, lo poco que hay es el libro sobre Escobedo. Un libro mas bien escaso de contenido y que me deja con demasiadas preguntas sin respuesta. E incluso, me suena justificatorio de la conducta de ese señor rector. El hecho de que sufriese las descortesías del inefable gobernador civil falangista de entonces, un auténtico impresentable, no implica el otorgar una carta de inocencia al mismo puesto que fue una parte de la maquinaria represiva del franquismo. Tampoco se dice nada en ese libro de otra figura que muchos llegamos a conocer, el catedrático Eulogio Villaverde, secretario general de la ULL durante muchísimos años y muy bien relacionado con los círculos del poder.

Espero que futuras publicaciones del autor rellenen estos vacíos, pero que también animen a historiadores de la ULL a investigar este tema, que me temo que sigue siendo tabú, total o parcialmente, no lo se.

No hay en la ULL ninguna placa, monumento o algo que se le parezca que recuerde a aquellos que siendo profesores, alumnos o antiguos alumnos, padecieron muchas penalidades por su ideología. Pero no es raro. Tampoco hay, salvo alguna rara excepción, nada que recuerde a los desaparecidos, fusilados, encarcelados en todo tipo de lugares incluidos campos de concentración.

Parece que no interesa recordar. Setenta años después de aquel golpe, la mayor parte de la población ignora la historia. ¿Miedo? ¿Olvido? ¿Ignorancia voluntaria o involuntaria? No lo se.

Saludos cordiales