Hace unos días se originó en Francia una fuerte polémica a propósito del lanzamiento de una web, nacida con el fin de brindar apoyo a los estudiantes que tenían problemas para hacer sus deberes. Bajo la denominación faismesdevoirs (haz mis deberes), el portal se ofrecía para hacer los deberes a los estudiantes previo pago, que podía materializarse incluso a través del envío de mensajes SMS. Por cantidades de dinero que iban desde los 5 euros para un problema de Aritmética hasta los 30 euros que podía costar un ensayo breve sobre Geografía o Historia, un grupo de jóvenes estudiantes (se supone que mejores que los potenciales clientes del portal), se brindaban a realizar las tareas, obviamente en plazo de tiempo corto (por aquello de que los profesores no suelen tener mucha paciencia esperando a que sus alumnos terminen los deberes).Detrás de esta web se encontraba un joven emprendedor (como diríamos con esa palabra tan de moda hoy día), de nombre Stëphane Boukris, bien conocido por otras iniciativas novedosas que, a juzgar por lo que se ha visto, han gozado de cierto éxito. Por ejemplo, el portal Staaff, especializado en contactos de ofertas de trabajo a domicilio (no dejen de ver los originales vídeos publicitarios en Youtube). Según parece al joven Boukris el proyecto de faismesdevoirs no le ha salido tan bien como esperaba (o quizá sí, en caso de que lo único que buscara fuese publicidad gratuita en medio mundo). El caso es que no sólo los medios franceses, sino incluso los españoles (vía ) se hicieron eco del proyecto y de las movilizaciones de padres y profesores en contra de la web. En sólo unos días la presión ejercida sobre Boukris y su portal llegó hasta tal extremo que, a los pocos días, tomó la decisión de cancelar el proyecto y empezar a devolver el dinero a sus jóvenes clientes.
Alegra comprobar que en la República Francesa se toman tan en serio las cuestiones relacionadas con la enseñanza, particularmente en los niveles de lo que en España llamamos Primaria y Secundaria. ¿Se imaginan lo que habría sucedido en España con un proyecto de esta naturaleza? No hay que ser un lince para imaginarnos que no habría sido tan fácil acabar con su existencia. Y no sólo por el hecho de que nuestro país gocen de muy buena salud webs como el célebre Rincón del vago, o la no menos célebre Xuletas (de la que me ocupé en un post anterior, hace ya tiempo), por no hablar de espacios hechos para los niños y jóvenes, repletos de publicidad engañosa, cuando no de anuncios de casinos digitales y contenidos sexuales.
Por desgracia la Educación en España sólo interesa cuando sirve de campo de batalla para las disputas políticas. Desde hace ya mucho tiempo, en esto España también es diferente. Y Canarias ni les cuento. Aquí ni siquiera necesitamos que vengan a hacernos la encuesta para el Informe PISA, de lo bien que estamos.
