martes, abril 18, 2006

República y memoria histórica


Hace unos años, cuando visité el Museo Arqueológico de Córdoba, caí en la cuenta de que en uno de sus patios, entre las inscripciones allí conservadas, se encontraba esta placa de mármol que reproduzco aquí. En su momento debió ser colocada en alguna plaza principal de la capital cordobesa, como sucediera en otras capitales, ciudades y pueblos del país, después de la proclamación de la Segunda República Española, cuyo 75 aniversario hemos celebrado el pasado 14 de abril. En la placa destaca, además de la inscripción ejecutada con esmero, una alegoría de la República que, a diferencia de otros ejemplos que conocemos, muestra su pecho desnudo. Los golpes del relieve parecen indicar que, antes de ser retirada de su ubicación original, la placa debió sufrir las iras de aquellos que lucharon por hacer sucumbir las instituciones republicanas, algo que sólo lograron en abril de 1939, después de arrastar al país por una cruenta Guerra Civil.
Ignoro cómo se ha conservado este relieve, al igual que también desconozco la suerte que corrieron otros monumentos que, como éste, fueron erigidos por un pueblo que se sentía orgulloso de testimoniar su ilusión ante un porvenir de democracia y de modernidad para todos los españoles. Lo que sí que puedo asegurar es que, después de los cuarenta largos años de la dictadura franquista que se instauró en España al finalizar la guerra fraticida que los vencedores bautizaron como Cruzada Nacional, la única memoria histórica que aún sobresale en las calles de muchas ciudades y pueblos españoles es la de quienes vencieron aquella guerra, después de alzarse en armas en contra del orden constitucional.
Esta semana pasada, mientras recorría las calles de Santa Cruz de Tenerife y contemplaba qué bien ha quedado la restauración del monumento erigido, a finales de los años sesenta, para glorificar la victoria militar del dictador Francisco Franco (restauración que, dicho sea de paso, ha sido costeada por el Ayuntamiento que preside el nacionalista Miguel Zerolo), pensaba cuán necesario es defender la memoria de los hombres y mujeres que se esforzaron por construir una España mejor en los pocos años de vida que tuvo la II República Española (como propone el colectivo Memoria del Futuro). Sigo albergando la esperanza de que, algún día, que espero esté más próximo que lejano, los monumentos erigidos por los republicanos gocen de la misma consideración que los monumentos franquistas que aún perviven en nuestro país, o que, en su defecto, éstos últimos pasen a acompañar las escasas muestras que se conservan del período republicano, en los patios de nuestros Museos.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Manolo!
Quisiera comentarte con respecto a esta publicación de "República y memoria histórica", que en la ciudad de Santander, (donde muchas de sus calles no es que conserven aún sus nombre de época franquista, sino incluso los mismos rótulos de aquél período), por extraño que parezca en la Plaza del Ayuntamiento donde se erige aún una de las últimas estatuas de Francisco Franco montado a caballo, justo en frente de él, de manera disimulada, se mantiene en pie una escudo de la República española... la verdad es que no sé su historia, pero asombra que se conserve aún en pleno espacio púbico.
Un saludo.

Anónimo dijo...

Manolo, no hace falta que vayas a pasear por Santa Cruz de Tenerife. Un poco más cerca de tu casa, en Santa Brígida se conservan las calles y monumentos en honor de la dictadura.

Manuel Ramírez Sánchez dijo...

Bueno, quien lea el anterior comentario creerá que vivo en Tafira. En realidad el monuemnto franquista más cercano que tengo a mi casa es el acceso a la Base Naval, esa Puerta inspirada en los modelos clásicos, que resume muy bien las principales caractreísticas de la arquietectura franquista. Sobre su puerta principal, un gran escudo preconstitucional continúa mirándonos como si el tiempo no hubiera pasado por él. En cualquier caso, el escudo franquista de la Base Naval de Las Palmas es mucho más pequeño que el que preside el edificio de Correos de La Orotava. ¿Aprovecharán las obras que están llevando actualmente en el edificio para colocar el escudo constitucional?